Miradores y curvas

Nos levantamos con la hora justa para dejar la cabaña. Es una pena ir cambiando de hotel cada día, porque el de hoy era para disfrutarlo. Además, estas cabañas de camping tienen varias camas y pueden dormir entre 4 y 6 personas, así que para pasar unos días entre varios no sale tan mal, si no fuera por el viaje y la comida... 

Hoy tenemos otra jornada de descanso. Habíamos dejado el día sin nada importante por si Billy estaba por aquí y hacíamos algo juntos, pero no ha podido ser. Además, llueve.

Por suerte es el mejor día para que llueva, porque lo único que anulamos es una caminata a una cascada que ya vimos de lejos. De momento el tiempo nos acompaña. El tiempo y vosotros. Gracias. Incluso a los que escribis algún comentario (que leemos con avidez) sin poner el nombre.

Deshacemos parte del camino hacia nuestro próximo destino: Aurland. ¿Qué hay allí? Ya os lo explicaré cuando lleguemos, ansiosos...

Otra vez toca subir hasta cimas nevadas, esta vez con lluvia. Vemos las cimas con una espesa niebla que por suerte esquivamos. Me pregunto cómo será esto en invierno, con 3 horas se sol diarias y un frío que pela. ¡Pero si hay trozos que estamos a 6º!

Bajamos y subimos varios trozos de curvas reviradas, como las de aquella maquinita que había en mi juventud donde tirabas una peseta por encima y tenías que llegar al final moviendo la base sin que cayera por los lados...

Voy sufriendo por no recalentar frenos en las bajadas o quemar embrague en las subidas. Suzi se porta muy bien, pero tirar le cuesta. De hecho, para coger algo de velocidad tengo que ir en 4ª a poca subida que haya.

Esta zona está bastante despoblada, así que no hay muchos supers ni restaurantes. Decidimos buscar una mesa de las muchas que hay por el camino para comer algo de lo que llevamos... pero chispea. La solución nos viene de una mesa que hay bajo el porche de unas tiendas cerradas por ser domingo.

Allí nos preparamos nuestro pan con tomate y algo de embutido en los platos de plástico infantiles que compramos en un super y nos sentamos a comer dentro del coche mientras hablamos por teléfono con la família. ¡Qué bien se vive sin roaming!

Una de las cosas que teníamos para hoy es una stavkirke o iglésia de madera. Parecen tétricas a primera vista, supongo que por lo oscuro de la madera, pero son preciosas. Supongo que la decoración es más "vikinga", pero a mí se me dan un aire a pagodas chinas. Es curioso ver como la ampliaciones las han ido haciendo parecerse a transformers a medio cambio...

No sé la de túneles que hemos pasado hoy. O pasas túneles o pagas ferrys, cosas de la orografía. Pero el de hoy es el más largo del mundo: el Lærdalstunnelen (hasta el nombre es largo). Mide casi 25km, así que es como ir de Mataró a Barcelona por túnel. Para que no se haga tan pesado y no te duermas, hay varias zonas intermedias iluminadas de colores para distraer. Vamos, lo de que es para que no te duermas me lo estoy inventando, igual acierto de casualidad...

Y llegamos a Aurland. ¿Qué hay aquí? Nada. Pero había que llegar hasta aquí para seguir mañana... Bueno, a ver, Aurland en sí no tiene nada, aunque el fiordo donde está es muy bonito.

Incluso hay un mirador, Stegastein, muy moderno y bonito aunque las vistas son casi las misma que desde cualquier lugar de la serpenteante carretera que lleva hasta aquí.

Hoy dormiremos en una casita en la montaña que alquila "apartamentos". Se diferencia de las cabañas en tiene habitaciones (una) y que no está hecha de troncos rústicos, aunque sí de madera.

La niña (no más de 18 años) que nos atiende es más sosa que la comida de un hipertenso. Supongo que el palo que lleva metido por detrás le impide sonreir...

El apartamento es grande. Hay 4 plazas en un dormitorio y dos literas más en el comedor, además de un gran sofá. Si lo llenas sale barato, pero para dos... Aún así, era lo más barato de la zona. ¿Qué tiene Aurland? El hotel más barato de por aquí...