domingo, 9 de julio de 2017

Lluvia y flores

Nos vamos. Una última vuelta por Stavanger, lloviendo, por supuesto. Damos una pequeña vuelta por la parte antigua, pequeñas calles adoquinadas de casas unifamiliares de madera blanca y muchas flores.


Último detalle, que llevo días viéndolo y queriendo enseñaroslo. En el vídeo se ve en un edificio, pero lo usan también en terrenos sembrados, etc. Es un espantapájaros que consiste en una cometa con forma de ave rapaz en lo alto de una varilla larga y flexible, tipo caña de pescar. El viento hace que parezca que vuela y el resto de pájaros no se acercan.


Tristes como el día volvemos al hotel, apuramos los últimos restos de comida que nos quedan y nos dirigimos al aeropuerto.

Hay que devolver a Suzi, un pequeño gran coche, e ir a las oficinas del free tax a que nos devuelvan el iva de algunas cosillas...

Gracias por estar ahí. Os dejo con lo que motivó este viaje, aunque luego se haya convertido en mucho más: On my way to Norway, del gran Billy Yates.


Esperamos estar pronto on the road again...

sábado, 8 de julio de 2017

8 de juliol 2017

Em fan mal algunes articulacions que no sabía que tenía, avui era un día perfecte per no sortir del llit. Per sort, la preocupació de l'encostipat per haver quedat xopa ahir ha desaparegut i el turmell que em vaig torçar també està perfectament.

La veu de la consciència, un barbut que tinc al meu costat, m'obliga a posar-me en marxa i baixar a esmorzar. Li dec un vídeo a la Carol i una promesa és una promesa.

Aquest matí l'aprofitarem per passejar per la zona nova de Stavenger. M'agrada que als carrers no hi hagi cotxes aparcats, això ja ho vam notar a Oslo i crec que és una bona iniciativa el provocar que la gent el deixi a les afores i es mogui en transport públic sempre i quan funcioni correctament i tingui un preu assequible.


Veig una botiga Nespresso i m'hi tiro de cap a veure si em conviden a un bon cafè, faig moltes preguntes i m'interesso pels tipus que tenen però no sóc prou convincent. Ggggrrrrr... doncs ara no et compro les càpsules que volía, per sosa i garrepa!

Stavanger té carrers molt bonics amb unes terrasses que llueixen. Els suports de les taules son estufes i a les cadires hi ha pells i mantes sense lligar... i sembla que encara hi son totes! Els bancs de ciment estàn coberts de coixins de colors que conviden a seure.



El día torna a ser gris com ens té acostumats últimament, això ens deslluïrà el creuer pel Lysefjorden que tenim contractat per aquesta tarda. Per arribar-hi hem d'agafar un ferry per desena vegada i pagar peatge (mare meva quan ens arribi el càrrec dels peatges, no vull ni pensar-hi!)

Un cop al poble de Forsand esperem el barco aguantant una fina pluja, aquí el fiord només té una profunditat de 13 metres.


Mira que som poca gent al creuer d'anada a Lysebotn que tenim la sort de coincidir amb un remat de xinesos o japonesos o... asiàtics, vaja, que no fan més que cridar quan descobreixen alguna cosa en el paisatge i comencen a fer fotos com bojos. Son graciosos... només al principi.


Una locució en norueg i anglès ens va explicant els diferents punts del recorregut per fer el trajecte de 2:20 hores una mica més entretingut.

Un dels primers punts i on ens arribem a parar del tot és el Fantehola, una roca que ha quedat separada de la paret creant un passadís al darrera, on segons explica la llegenda, un grup de fugitius van aprofitar per escapar-se de la policía que els perseguía per no haver pagat impostos. No tindríem prou espai nosaltres per posar-los a tots.


També podem identificar el Preikestolen, res a veure amb el que vam conèixer ahir. Aquí només sembla una roca més de la muntanya i ni de lluny es veu tan bonic ni espectacular.


Que no en tens prou de caminates i vols fer el rècord pujant unes de les escales més llargues del món? Doncs aquí t'esperen 4444 graons de fusta per treure't l'espineta.


L'edifici blanc de baix és una antiga planta d'energía i al costat de les escales hi ha el conducte que li subministrava l'aigua i el carril de la vagoneta vermella.

Seguint endavant, el proper punt assenyalat és el Kjerag, a 1084 metres d'alçada amb el conegudíssim Kjeragbolten, una pedra encallada entre dues roques i que m'hagués agradat pujar però el camí fins allà és massa dur per nosaltres. Millor deixar-ho als experts.


Per si no sabeu identificar-ho pel nom, segur que heu vist alguna vegada una foto com aquesta:


Lysebotn és un poblet situat al final del fiord que a l'hivern només té accés per vía marítima i les quatre cases que hi ha son majoritàriament de temporada. Actualment també hi ha una botiga, una cafetería i un càmping.


Nosaltres no baixarem perquè hem d'agafar el mateix creuer de tornada que surt en 15min, és com agafar el bus turístic a Barcelona sense baixar en tot el recorregut.

La tornada la passem dins les butaques tot comentant el que hem arribat a desconnectar en aquests 15 díes. Demà ja tornem a casa i dilluns a la feina, ja tinc ganes de descansar una mica de tanta moguda.

Ui... espera... en 15 díes més ja estarem a Santes i se'ns gira feina aquestes dues setmanes. Haig de recuperar la meva esquena sigui com sigui!

Bona nit i fins al proper viatge!

Gràcies per ser al nostre costat.

Calles y fiordo

Lo he dicho muchas veces. El bacon marca la diferencia. Si en el desayuno del hotel hay bacon, todo irá bien. Y en este lo hay. Y frutas, dulces, quesos, embutidos (no más, por favor) y hasta salmón. Que a mi me da lo mismo, pero ver a Ingrid contenta me gusta.

El desayuno es tan bueno que hemos ido a desayunar con mochila. Hemos ideado una estrategia sencilla pero efectiva. Ponemos un tupper abierto en el asiento y llenamos un plato con embutidito y salmón. Cuando no mira nadie... zas! A la saca. Y oye... que te soluciona la cena...

Salimos a conocer Stavanger, ese pueblo donde los turistas visten todos como para ir al Himalaya, pero con ropa nueva. Esta es la base para diferentes caminatas, como la que hicimos ayer o la del Kjeragbolten. Esta no la intentamos pues es muy exigente y técnica. Iba a poner que es dura y larga, pero luego viene el cachondeo... 

El Kjeragbolten os sonará de los catálogos de viaje. Es esa piedra redonda encajada en una grieta en la pared a unos mil metros de altura y que luego os enseñaré (desde abajo).

Pero antes toca ver un poco Stavanger. Hoy vamos por la zona de guiris, cercana al puerto de donde salen los cruceros. Casitas de madera blanca, excepto en una calle que son de colores, reconvertidas en tiendas fashion.



Las tiendas cierran a las 5. Es cierto que ese horario da calidad de vida a los tenderos, pero no da muchas facilidades a los que trabajan. Difícil cuadrar las dos necesidades. Bueno, se podrían poner dos turnos...


Se ven muchas muestras de arte urbano, como algunos graffitis del imitador de Banksy, una caja de fusibles reconvertida en edificio o un David muy colorido.


Tenemos un trocito hasta Forsand. Desde ahí cogeremos un ferry que nos llevará hasta el final del fiordo de Lysen y nos traerá de vuelta otra vez. En total 5 horitas de barco.

Al llegar a Forsand con la intención de comer algo, vemos que no hay nada. Un triste super. Pero, por favor, más embutido no... ¡Ah! Tienen microondas... Pues nada, algo de comida preparada congelada. Hay una zona dentro del super con un par de mesas. Y remarco lo de dentro porque tienes que coger las cosas, ir a pagar y volver a entrar. Vamos, que si te da por ponerte a comer cosas de dentro, ni se enteran.

No es el mejor día para un crucero. Llueve, hace frío, el cielo está feo y la niebla impide ver muchas cosas. Aún así, estamos tan cansados que la idea de estar sentaditos y calentitos dentro del barco no es tan mala. Peor hubiera sido que hubiésemos querido ir hoy al Preikestolen.

Aunque no hay guía, durante el trayecto va parando en los sitios destacados y una grabación en noruego e inglés te explica un poco lo que estás viendo. También hay algún folleto dentro, incluso en español, con algo más de información Es un barco de carga, pero tiene todo lo que los barcos de guiris tienen: asiáticos.

Como siempre, diversas cascadas salpican el camino. Noruega es un país que se está inundando. En esta hay una barca miope que ha venido ver una cascada.

Una de las paradas es Flørli (sin Discau, sólo Flørli). Esa cosa que sube a la montaña es una especie de vagoneta sobre raíles, a la izquierda de los cuales está la escalera de madera más larga del mundo, con 4.444 peldaños.


Sí, claro. Qué causalidad. Seguro que al hacerlo dijeron "bueno, han salido 4.446... quitalé dos, total..". Dicen que hay gente que viene aquí a subirlos. A pie. Venga, va...

Hay dos momentos en el camino en los que todo el mundo sale a hacer fotos. Uno es el Preikestolen, ese saliente de piedra donde subimos ayer. No quiero ni pensar la escandalera que hará cuando se caiga toda esa piedra rodando 600m hasta el agua...

Y el otro, del que os hablaba al principo, es Kjeragbolten. A la ida apenas se distingue por la niebla. Es aquél puntito donde apuntan todos esos móviles y cámaras asiáticos...

A la vuelta despeja un poco la niebla y se aprecia algo mejor. Desde aquí parece una mierdecilla, pero la gracia está en subirse en ese minúsculo punto que tiene una caída vertical de 1.000 metros.


No, la flecha roja no esta ahí, la he puesto yo. Kjeragbolten, así como Trolltunga, son dos sitios pendientes a los que mi forma física no me permitirá ir. Bueno, al Everest tampoco, pero aquí siempre me quedará la duda de si hubiera llegado de haberlo intentado...

Nunca os quedéis con la duda de nada.

viernes, 7 de julio de 2017

Piedra y lluvias

Llegó el día de la caminata. Qué digo, caminata... la madre de todas las caminatas. The mother of... bueno, que vamos a intentar llegar a Preikestolen (o Pulpit Rock).

Para llegar hay que coger primero un ferry, en el que nos colamos sin querer... resulta que tienes que ir tú, una vez te bajas del coche, a buscar al que vende los tickets, mientras que en otros ferris pagas en la cola o justo al subir al barco. Total, que gratis. Muchas gracias.

Después conduces un ratito hasta un parking desde donde sale la ruta. 20 eurazos. De verdad que no tiene medida...

La ruta son 4km, que se dice muuuuucho más rápido de lo que se andan. Además no son planos, en total subes unos 300m con unos repechos jodidillos...


El camino está bastante bien arreglado pero es duro. Hay subidas bastante empinadas donde han hecho escalones a base de piedras, que parece que ayudan pero en realidad te parten las piernas como si les debieras dinero...

Está nublado. La web por excelencia de tiempo en Noruega www.yr.no dice que tranquilos, que a mediodia habrán un par de horas que caerán 0.2mm de agua por metro cuadrado. No parece mucho.

Lo que parece mucho (y lo es) es la niebla. Aunque no nos impedirá hacer el camino, ya os avanzo que nos va a joder las fotos.

Las subidas fuertes se combinan con replanos donde recuperar un poco el fuelle. Esto parecen las ramblas de gente que hay. Alguna muy guapa, por cierto, como esa del chubasquero azul cielo que me saluda desde lejos... 

Poco a poco vamos ganando altura. Y también empieza a chispear. Seguimos subiendo por la montaña y ni rastro del fiordo al que da Preikestolen. En el hotel nos han dicho que se tardan un par de horas en subir. Y una mierda así de grande. 

Llegamos al fiordo. Ya debemos estar cerca... Pues no. Vamos haciendo alguna parada técnica para recuperar fuerzas. Ya no sé si me bebo el agua por sed o por quitarme peso.

Llueve. Ni chispea ni ostias. Llueve. ¿Qué mierda entenderán aquí por 0'2mm? Y encima tenemos ya el precipicio al lado, con lo que resbalan estas rocas...

¡Por fin! Ya no podía más. En realidad se llega por la rampa de la izquierda de la foto, pero luego se sube un poquito más para que se vea entera.

Lo primero que impresiona es la altura, claro. Pero después te fijas en la grieta que hará que algún día todo ese mamotreto se caiga al fiordo. Será impresionante verlo, aunque me da que aún faltan muuuuuuchos años.

Después te fijas en que no es plano, aunque en la foto lo parece. Y te fijas en que la gente hace cola para hacerse una foto en la punta de la izquierda. Una foto como ésta:

Hay quién se atreve a sentarse. Otros se acercan reptando para mirar por el borde, pero con todo el suelo mojado no apetece mucho, la verdad. Aquí una foto de una loca que por lo visto le van las emociones fuertes. No en vano se casó conmigo hace hoy 10 años.


La bajada es dura también. Y con la que está cayendo, peligrosa. Un resbalón y no caerás de 600m, pero rodarás un buen rato  por piedras capaces de abrirte la cabeza.

Ya vamos caladitos y el sudor empieza a enfriarse. Sufrimos un ratito, pero por fin llegamos al parking, donde nos espera Suzi que nos lleva al hotel donde me tomo un té calentito y cenamos algo de fruta y zzzzzzzzzz.....

7 de juliol 2017

Amb un ull posat a la predicció meteorològica baixem a esmorzar. Les valoracions de Tripadvisor qualifiquen l'hotel amb molt bona nota en l'esmorzar així que ho anem a comprovar perquè ja estem una mica cansats de les magdalenes del súper, l'únic que trobem.


El buffet lliure és enorme (Carol, demà et prometo un vídeo) i aprofitem per omplir-nos el plat un parell de vegades. Necessitem agafar forces!

Sembla que la pluja fina ens farà companyía tot el dia però demà ja tenim una reserva pagada i no podem modificar els plans, així que ens omplim les motxilles de menjar, beguda i un impermeable i cap al Preikestolen hi falta gent!


Paguem els 20€ per rescatar la Suzi del parking i ens enfilem al ferry per creuar el fiord. Sssshhhhhttttt... sense pagar... jejejeje... ens hem fet els despistats...


1/2 hora més de carretera i a caminar! De moment la pluja ens respecta, a veure si aguanta fins que tornem a ser a baix.

La pujada comença intensa i com que no estem molt habituats als trekkings preferim agafar-nos-ho amb calma i anar caminant sense pressa, son les 11 del migdía i ningú ens espera ni a dalt ni a baix.


Després de la primera pujada ja quasi no podem amb la nostra ànima, sort que vé un tros bastant pla que ens permet agafar una mica d'aire. El recorregut son 4 kilòmetres i tot just n'hem fet mig. Bufffff...


El paisatge és maco, suposo. La boira comença a fer acte de presència i una pluja lleugera ens obliga posar-nos els impermeables.

Un parell de relliscades amb les pedres mullades fan que estampi el meu cul a terra. Ens han dit que la sanitat pels estrangers a Noruega és gratuïta, però no tinc ganes de comprovar-ho. Hauré de vigilar on poso els peus.


I seguim amb les pujades. És el que té anar a un mirador al cim de la muntanya!

La veritat és que el camí és molt bonic encara que en alguns trossos sembli el Passeig de Gràcia en plenes rebaixes.


La boira es va notant cada vegada més i alguns dels que baixen ens comenten que a dalt no hi ha gaire visibilitat. La nostra tossuderia i les ganes d'aconseguir-ho poden més del que ens puguin dir i seguim amunt, això si, sempre al nostre ritme.


Valía la pena l'esforç. Quasi 3 hores de caminata intensa, cansats, xops i al final som aquí.

Des que preparavem el viatge que tenía una foto en ment. No em fan por les alçades i em veia capaç de fer-ho, però la pluja, el vent i el terra mullat em tiraven una mica enrera.

Aconseguit! Al Facebook que vas!


Mama, tranquila que ja he baixat. Prometo portar-me millor a partir d'ara i no fer-te patir... o no...


De veritat que no és tant com sembla, l'espai on caminar és bastant ample, uns 25x25 metres (almenys a la segona foto) i no ha caigut mai ningú. Bé, si, diuen que un Espanyol.


I aquí teniu el Preikestrolen, seu nom significa "púlpit" i és un sortint que treu el cap sobre el Lysefjord, amb una caiguda vertical de 604 metres.

Hi ha una esquerda que talla la plataforma d'un costat a l'altre amenaçant amb separar-la de la paret en qualsevol moment. La distància es mesura cada any i no presenta majors variacions amb el pas del temps, tot i això, des del punt de vista geològic, algun dia el púlpit cedirà i caurà al fiord.

Aquesta caiguda passarà, segons la llegenda, quan cinc germans es casin amb cinc germanes. Esperem que no ho facin avui, una data molt maca per casar-se. Us he dit que avui fa 10 anys del nostre?


Unes quantes fotos més i agafem el camí de baixada. No sé quin és més dur, el primer et deixa quasi sense alè i aquest sense genolls.

Però estic contenta perquè ho he aconseguit!


Estic mullada i tinc fred, molt de fred. Encara queda agafar el cotxe fins al ferry al que aquesta vegada ens toca pagar i després deixar-lo a l'aparcament per seguir caminant fins l'hotel, desitjo arribar com més aviat millor i posar-me sota una dutxa calenta.

Al dormitori ens hi han deixat una sorpresa al saber que avui era el nostre aniversari de noces. Uns cignes de tovallola i dues caixes de bombons amb una targeta de felicitació, tot un detall.


Bona nit i fins demà!